La ex alcaldesa socialista de Benaoján, la socialista, Soraya García, ha hecho pública en el transcurso de una tertulia de mujeres de COPE Málaga, una denuncia que llevaba casi dos décadas guardada en silencio.
Según ha revelado, en 2007 fue víctima de una agresión sexual perpetrada presuntamente por un agente de las Fuerzas de Seguridad del Estado que, años después, mantuvo militancia en Vox y más tarde en otra formación política. Sobre la última formación política a la que se incorporó esta persona, García Mesa no ha señalado cuál es.
Según ha relatado, tras la conversación entre un hombre de su entorno y un integrante de un cuerpo de seguridad se abrió una investigación interna. Aquella indagación confirmó no solo su testimonio, sino también la existencia de más víctimas. Sin embargo, el presunto agresor “terminó siendo apartado del cuerpo, aunque no por estos hechos; le ofrecieron una salida decorosa para evitar que el caso saliera a la luz”. Ha añadido la ex regidora socialista que esa persona ha estado posteriormente en política, concretamente en Vox, y ahora en otra formación.
Soraya García, ha relatado que no se atrevió a denunciar en aquel momento por el temor a una exposición pública que, a su juicio, derivaría en un juicio social paralelo. También influyeron, según ha señalado, las presiones familiares y el peso de la “responsabilidad” que sentía mientras daba sus primeros pasos en la política. “Llegué a repasar cincuenta mil veces qué había hecho yo para que aquello me ocurriera”, ha admitido, subrayando que la única persona que comprendió de inmediato la gravedad de lo sucedido fue su madre.
García Mesa ha explicado que solo ahora se siente con la fortaleza suficiente para relatar lo ocurrido y para señalar la trayectoria pública del presunto agresor, cuyo paso por distintos partidos subraya, según afirma, la impunidad con la que ha convivido durante años. García ha defendido que su testimonio busca visibilizar la violencia que sufren muchas mujeres y la dificultad añadida cuando los presuntos responsables ocupan posiciones de poder o están vinculados a instituciones del Estado.
Ha adelantado que continuará explicando su caso para que, asegura, “nunca más se silencien agresiones bajo el peso de los uniformes o de las siglas políticas”.
