Enjaguarse los pies
El espoleo del lecho marino nos depósito las arenas de nuestras playas, en una acción milagro de pasar de los roquedales cantando, “¡vaya, vaya! (aquí hay playa)”, a tener unas envidiables puestas de hamacas hasta el rebalaje a coste de columpios feriales. Boquerones y los del mapamundi después del chapuzón nos enarenamos los pies mejor ...