La camisa roja
Me contaba mi abuela que todos los días iba a llevar comida a la cárcel para su marido y su hijo. Igual que hacían todas las mujeres. Luego su hijo, mi padre, fue excarcelado pero a cambio de no matarlo fue condenado a un batallón de choque. Ese era el enfrentamiento entre hermanos que decían los fascistas.