El pasado lunes abrió sus puertas en Benarrabá un espacio para favorecer la conciliación familiar, un centro infantil para niños y niñas de 0 a 3 años ubicado en la planta baja del edificio municipal de usos múltiples, en un local que ha sido equipado y acondicionado para prestar este servicio público.
Según ha explicado Silvestre Barroso, alcalde de Benarrabá, con el nuevo espacio para la conciliación se pretende dar cobertura a las necesidades de las familias del municipio con hijos pequeños, así como a aquellas personas con niños que pasan temporadas en el pueblo ya sea de vacaciones o teletrabajando, una circunstancia cada vez más habitual en Benarrabá. La puesta en marcha de esta iniciativa también podría convertirse en un aliciente para familias que quieran trasladarse a vivir al medio rural. Además, la implantación de este servicio ha permitido la contratación de una monitora cualificada en educación infantil que atiende, supervisa y realiza distintas actividades lúdicas y educativas con los pequeños. En principio, el centro permanecerá abierto hasta el mes de junio, aunque el objetivo es que tenga continuidad y logre consolidarse en el municipio.
El servicio tiene un coste simbólico para las familias, sólo 25 euros al mes, una cuota que se reinvierte en el centro con la adquisición de materiales para los niños y niñas inscritos. Su horario es de 09:30 a 13:30 horas, en la actualidad hay 5 pequeños inscritos y se encuentra a disposición de todas aquellas familias con hijos de hasta 3 años que así lo soliciten.
El centro infantil permitirá a las familias, sobre todo a las madres, tener la oportunidad de incorporarse al mercado laboral, de acceder a formaciones para mejorar sus capacidades profesionales o incluso de poder emprender. En definitiva, acciones como esta son fundamentales en el medio rural para posibilitar la permanencia de las familias en municipios que sienten de manera acusada la tendencia a la despoblación.
El centro para la conciliación familiar ha sido impulsado por el Ayuntamiento de Benarrabá, que financia el proyecto y cede las instalaciones para desarrollar la actividad, con la colaboración de Universidad Rural Paulo Freire – Serranía de Ronda – CDR Montaña y Desarrollo.