La vecería (alternancia en la producción de frutos de ciertos árboles que, un año, producen una cantidad muy abundante de frutos y, al siguiente, no producen nada), las altas temperaturas registradas en mayo, junio y en este mes de julio, así como el impacto de plagas como el prays y el algodoncillo, están condicionando una previsión a la baja para la próxima cosecha de aceite de oliva en Andalucía. Aunque todavía quedan meses decisivos, especialmente el otoño, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) Andalucía estima que la mayoría de provincias podrían tener una cosecha menor o, en el mejor de los casos, similar a la pasada campaña. La organización agraria ha hecho una valoración de la situación del olivar andaluz, a pie de campo, contactando con los productores, quienes han trasladado cómo se encuentran los olivares a día de hoy.
Málaga: grandes diferencias entre zonas
En cuanto a la Serranía, destaca que en la sierra de Málaga (Ronda, Sierra Yeguas), COAG cree que “aunque se esperaba una buena cosecha, finalmente es mediana y en algunas zonas ha desaparecido por completo debido al prays, (polilla del olivo, un lepidóptero que resulta muy dañina para el olivo ya que está sincronizada con el ciclo biológico de este cultivo) que ha llegado a provocar hasta un 80% o 90% de merma”.
En la Vega (Antequera, Mollina, Alameda), la situación es más favorable. Este año esperan superar la producción anterior, aunque no en gran medida. Como ejemplo, en la Cooperativa de Alameda, el año pasado se procesaron 10 millones de kilos entre verdeo y almazara, y este año se esperan unos 15 millones.
COAG Andalucía insiste en que todavía es pronto para hacer una previsión cerrada, ya que el olivar necesita condiciones favorables en otoño para completar la maduración.
En cuanto al enlace de campaña, las salidas de aceite siguen en niveles elevados, por lo que se espera un enlace aún más corto que el del año pasado, lo que puede repercutir en la disponibilidad y precios de cara a la próxima campaña.