La Dana empezaba a destrozar Valencia; quizá degustaba paella en El Ventorro mi desconocido, el Excmo. Don Carlos Mazón Guixot; en mi caso, me sirvieron unas alcachofas a la malagueña, en la mesa contigua, no sé, pero el páter de familia me envió un gazpachuelo-sonoro pepero al descubrirme, gritando a su señora para que yo tomara nota, de lo bueno que era su joven presidente che, ahora sufriendo una inundaciones, menos tremenda que la del Turia en el franquismo, que arrojó un balance en el NODO de 87 muertos, pero bastante serias también.
Esa fue la frecuencia modulada, hasta el último bocado, pagamos y apagamos. Ya todo mundo sabe, lo que pretenden que se ignore, sobre la gestión del responsable último de Protección Civil en la Comunidad, comandante en jefe Mazón. Voces más sonoras que las que me “digerieron” en mi refrigerio, piden la dimisión a riadas del susodicho, que se pertrecha en lo que Pedro Sánchez ha llamado el “Pacto del Ventorro”.
Después de iniciar su gobernanza don Carlos, con la extravagancia de delegarle Cultura al extoreador Vicente Barrera, de VOX hasta por herencia taurina; vivía el abandono de sus socios ultra-exigentes desde julio; pero ahora se dan de besitos de nuevo, aprobando los presupuestos y el qué se sabe por venir, siempre supeditados a los 20 puntos de exigencias de la ultraderecha; papel viruta, porque de saber sabiendo a los del PP les encocora quitarle las subvenciones a las invenciones de las generalitades en manos ajenas y hasta los despistes de las propias; salvo en desafiar a la señora Ayuso en engordar el planeta de los toros y sus allegados; no se firmarán los presupuestos bilingües y menos en exclusivo “valenciá”, inocuo para la rima en pesetas. Las Corts van a disminuir su control a la mitad democráticamente; es mucho más sano evitar los ladridos del diputado del PP, González de Zárate, llamando “Caniche de Gandía”, a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, doña Diana Morant; “ratonera de Valencia” o “galgo de Paiporta” al presidente Sánchez y Pilar Bernabé. Qué bonito, como el final del Himno ¡VIXCA! ¡VIXCA! ¡VIXCA!
Curro Flores