El Monumento Natural de la Cueva del Gato está compuesto por una impresionante cavidad kárstica desde la que brotan las aguas del río Guadares o Gaduares. Se localiza en el municipio de Benaoján, a escasos kilómetros de Ronda, en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, y posee un alto valor paisajístico, tanto por sus componentes naturales como por su riqueza cultural.
Este manantial, de aguas limpias y constantes, emerge tras recorrer más de cuatro kilómetros en el subsuelo, desde su entrada en la Garganta del Hundidero hasta su salida por la emblemática boca de la Cueva del Gato. Esta cavidad constituye, en realidad, la salida sur del Sistema Hundidero-Gato, el conjunto subterráneo más destacado de Andalucía, compuesto por simas, lagos, sifones, cañones y grandes salas que alcanzan hasta 70 metros de altura.
En las cercanías confluyen los ríos Guadares y Guadiaro, generando un ecosistema de ribera muy representativo, donde habitan numerosas aves acuáticas como garzas reales, cormoranes, ánades reales y ruiseñores.
El interior de la cueva alberga una de las mayores colonias estables de murciélagos cavernícolas, además de valiosas manifestaciones rupestres y restos materiales del Neolítico, como cerámica cardial, lo que ha justificado su reconocimiento como Bien de Interés Cultural (BIC).
El entorno también conserva elementos etnográficos de notable interés, como el Puente del Pontón, el Molino de las Cuatro Paradas o un antiguo tramo de calzada romana. Asimismo, existe una fuerte conexión entre esta cavidad y el bandolerismo del siglo XIX, fenómeno que fascinó a numerosos científicos y viajeros, especialmente ingleses, ya desde finales del siglo XVIII.