El Ayuntamiento de Jubrique se encuentra realizando trabajos de mejora en el sendero de ‘La Solana’, un camino que forma parte de la red de senderos de diversa distancia y dificultad con la que cuenta el municipio que, partiendo desde el propio casco urbano, discurren por bonitos parajes enclavados en el corazón del Valle del Genal.
Tal como se ha indicado desde el consistorio, las mejoras en el sendero de ‘La Solana’ están consistiendo en la rehabilitación de un muro caído y el acondicionamiento de un paso de agua que tras las últimas fuertes lluvias hacía dificultoso el tránsito de personas. Del mismo modo, se procederá al ensanche y hormigonado del primer tramo del camino, de unos 150 metros. El proyecto cuenta con una inversión de 12.000 euros y está siendo ejecutado por una empresa local, Miboli Construcciones.
Jubrique está situado en un enclave privilegiado por su riqueza paisajística y medioambiental, por lo que el pueblo aprovecha esta circunstancia para potenciar el turismo rural y convertirlo en un motor económico. Desde el casco urbano de Jubrique parten cinco rutas senderistas diferenciadas: dos senderos de recorrido circular, el de Matagallar, de 8,6 kilómetros de longitud y un tiempo estimado de marcha de 3 horas y 30 minutos, y el de La Solana, con una distancia de 2,4 kilómetros, ideal para hacerlo en familia, que se completa en unos 45 minutos. Además, se pueden realizar tres rutas lineales, Jubrique – Genalguacil (4,6 km), Jubrique – La Tenería – Benalauría (6,3 km) y el camino del Charco Esteban (6 km). Todos los senderos están homologados por la Federación Andaluza de Montaña. Cabe recordar además que hace alrededor de dos años el sendero de Matagallar fue objeto de importantes mejoras con la instalación de dos espectaculares puentes colgantes y la adecuación del entorno del río Monardilla. Además, en la zona del río Genal discurre una atractiva etapa de la Gran Senda de Málaga, cuyo recorrido serpentea paralelo al cauce a través de espectaculares pasarelas.
Cualquier época del año es idónea para viajar a Jubrique y al Valle del Genal gracias a la impresionante diversidad natural de su entorno, donde se asientan frondosos bosques de encinas, pinos y castaños. Estos últimos cobran especial protagonismo durante el otoño, cuando sus hojas van cayendo poco a poco con el paso de las jornadas, lo que hace que el paisaje cambie progresivamente cubriéndose de tonalidades marrones, amarillas, doradas y ocres, lo que es conocido como el ‘Bosque de Cobre’.



