El Pleno ordinario del Ayuntamiento de Ronda ha respaldado, de manera unánime, la exigencia de los alcaldes de la comarca para la reparación urgente de la carretera A-397, clausurada al tráfico tras el devastador desprendimiento. Sin embargo, la resolución ha dejado fuera dos demandas esenciales como son las ayudas a los trabajadores afectados y la inclusión de la autovía Ronda-Málaga en la agenda de urgencias. Ambas propuestas del Grupo Socialista no fueron aceptadas por los concejales del Partido Popular.
Sí se incluyó el acuerdo de los alcaldes de la Serranía para elevar la reclamación de la puesta en marcha urgente de la carretera A-397 a la Junta de Andalucía, solicitando medidas paliativas inmediatas. Pese a este consenso, el Grupo Municipal Socialista se lamentó por la oportunidad perdida para dar cobertura a los trabajadores damnificados y avanzar en una infraestructura largamente esperada.
El pulso por las comunicaciones
La alcaldesa Mari Paz Fernández expresó su compromiso con la mejora de las infraestructuras, sin importar el color político de quienes gobiernen. Como todos los grupos, apoyó la urgencia para la reparación de la A-397, con una inversión de 3,5 millones de euros, y el despliegue de recursos para acelerar las obras.
Rechazo socialista: “Una solución incompleta”
Pese a votar a favor de la moción institucional, la oposición socialista no ha dudado en mostrar su desacuerdo por lo incompleto del acuerdo. Para su portavoz, Francisco Cañestro, el acuerdo municipal es insuficiente. La primera gran ausencia es la exclusión de los trabajadores afectados por el corte de la A-397 de las ayudas económicas, pese a que muchos de ellos —sanitarios, obreros de la construcción y otros profesionales— afrontan un sobrecoste diario en sus desplazamientos a la Costa del Sol.
La segunda omisión, trascendental para el PSOE, es la negativa a incluir la construcción de la autovía Ronda-Málaga en los compromisos urgentes. El portavoz del PSOE explica su postura porque no se puede seguir postergando una infraestructura vital. “Ni cuatro kilómetros, ni ocho, ni por tramos, la autovía debe ser una realidad inmediata”, ha sentenciado Cañestro, enfatizando la necesidad de plazos claros y compromisos firmes.
El pulso por las comunicaciones en la Serranía sigue candente. La A-397 tendrá su reparación aunque no antes de seis meses, pero la gran cuestión sigue quedando en el aire mientras no se camine con paso firme hacia la autovía.