Redacción

El PP impone la Zona Naranja en el centro de Ronda y deja fuera a la comarca

El Ayuntamiento de Ronda aprobó este lunes, en el pleno ordinario de noviembre, la nueva regulación de aparcamientos en el centro de la ciudad, conocida como Zona Naranja. La medida, defendida por la alcaldesa, Mari Paz Fernández, y por el portavoz del PP, Ángel Martínez, se aplicará a 21 calles del casco urbano. A partir de su entrada en vigor, los visitantes cuyos vehículos no estén domiciliados fiscalmente en Ronda deberán pagar para estacionar en estas vías tras la gestión en los parquímetros.

El PSOE, que rechaza esta iniciativa desde sus inicios, volvió a votar en contra. Su portavoz, Francisco Cañestro, advirtió en el pleno del calado de una decisión aprobada exclusivamente con los votos del PP, y denunció que el equipo de gobierno “ha impuesto” unas restricciones que, a su juicio, perjudican a buena parte de la ciudadanía.

Los socialistas sostienen que la Zona Naranja va en contra de los intereses de los propios rondeños y de la economía local. Cañestro recordó que la comarca constituye el principal mercado para la ciudad pues «hablamos de más de 66.000 habitantes frente a los 35.000 de Ronda». “Con esta medida se margina y excluye a los pueblos de la Serranía, que son una parte importantísima de ingresos para nuestro comercio, nuestra hostelería y nuestros servicios”, señaló. El portavoz concluyó que el equipo de gobierno “solo sabe hacer bien aquello que tenga que ver con recaudar y prohibir”.

Las críticas no se han limitado al ámbito político. Vecinos de la comarca han comenzado a mostrar su malestar en redes sociales, sumándose a las protestas que ya expresaron días atrás varios alcaldes y concejales de la Serranía. Una vecina lo resumía así en un largo mensaje que ha circulado ampliamente:

Escribo para expresar mi profunda indignación y total desacuerdo con la decisión de restringir el aparcamiento exclusivamente a los rondeños, obligando a quienes venimos a trabajar a diario desde los pueblos de la Serranía a pagar por estacionar.
Impacto económico directo: Muchos trabajadores de la comarca contamos con sueldos ya precarios. Imponer un gasto diario de aparcamiento es una carga insostenible que nos dificulta aún más llegar a fin de mes.
El comercio de Ronda depende de la Serranía: Gran parte de la actividad comercial y hostelera vive gracias a los clientes de los pueblos. Enc encarecer el acceso a la ciudad perjudicará al propio comercio local: la gente buscará alternativas.
Falta de soluciones para quien trabaja: Si se quiere regular el tráfico, no puede hacerse penalizando al trabajador. Necesitamos zonas de aparcamiento gratuito y bien comunicadas, pensadas para quienes acudimos a diario a la ciudad.
Pido al Ayuntamiento que reconsidere esta medida. Mejorar la ciudad no puede hacerse a costa de empobrecer a quienes contribuimos a su economía. ¡No somos turistas, somos trabajadores!

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