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4 votos en contra de la moción, 5 concejales ausentes y solo 3 minutos de pleno hacen que el PP retenga la Alcaldía de Benaoján tras la retirada in extremis de la moción de censura

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Soraya García

Los ediles socialistas y el concejal del PP que habían firmado la iniciativa no acudieron al Pleno, lo que permitió a Guillermo Becerra mantenerse como alcalde con el respaldo de su grupo y de APB.

Benaoján ha vivido en las últimas horas un verdadero terremoto político -o esperpento, según se mire-  que ha mantenido en vilo a esta pequeña localidad de la Serranía. Lo que parecía ser un cambio de gobierno inminente a través de una moción de censura presentada por el PSOE, con el apoyo de un edil del PP, acabó este miércoles en un pleno exprés de apenas tres minutos que ratificó al actual alcalde popular, Guillermo Becerra, en el cargo.

La sesión plenaria se desarrolló sin la presencia de los cuatro concejales del PSOE ni del edil del PP, José Antonio García Delgado, que había respaldado la moción. Todos ellos decidieron no asistir tras registrar los socialistas, a primera hora de la mañana, un escrito retirando tanto la moción de censura como la candidatura de su portavoz, Soraya García Mesa, para recuperar la Alcaldía.

Pese a ello, la sesión se mantuvo, tal y como establece la normativa, y los cuatro votos en contra del actual equipo de gobierno —formado por PP y la Agrupación Progresista de Benaoján (APB)— bastaron para rechazar formalmente la moción.

Ausencias clave y acusaciones cruzadas
La ausencia de los impulsores de la moción desató todo tipo de interpretaciones. Según Soraya García, la decisión se tomó por “responsabilidad” y con el objetivo de preservar la salud del concejal del PP que había apoyado la iniciativa, quien habría sufrido presiones “personales y familiares inaceptables”. El PSOE denunció que incluso había recibido cartas anónimas y señaló que no querían someterlo al “escarnio público” que, según su versión, el PP habría preparado en el Pleno.

“Esto no iba de sillones, iba de personas. Y hemos decidido proteger la integridad de esta persona y su familia”, justificó Soraya García, quien no descartó emprender acciones legales al considerar que el Pleno no debería haberse celebrado tras la retirada de la moción.

Sin embargo, desde el PP se insistió en que una moción de censura registrada no puede ser retirada unilateralmente. El propio secretario municipal aclaró que, una vez convocado, el Pleno debía celebrarse. Así lo respaldó el presidente de la mesa de edad, el exalcalde y actual edil de APB Francisco Gómez, quien se limitó a aplicar la ley.

“Los plenos no se suspenden, se ganan o se pierden”
El alcalde Guillermo Becerra, visiblemente aliviado, aseguró que había sido una semana “muy desagradable” pero se mostró satisfecho por el desenlace. “Hoy puedo dormir tranquilo”, afirmó. Aseguró que no guarda rencor al concejal del PP que firmó la moción y avanzó que intentará hablar con él para “reconducir la situación”. “Todo el mundo tiene derecho a equivocarse”, sentenció.

El regidor popular estuvo arropado por varios dirigentes de su partido, entre ellos los parlamentarios andaluces Francisco Oblaré y Daniel Castilla, así como por numerosos alcaldes de la Serranía.

Desde la dirección provincial del PP, su secretario general, José Ramón Carmona, celebró el resultado y cargó contra la “maniobra” del PSOE. “Como dijimos, los plenos de moción de censura no se suspenden: se ganan o se pierden. El resto, son excusas”, declaró.

Sorpresa de última hora
El intento de cambiar el gobierno local se fraguó a mediados de julio, cuando el PSOE registró la moción de censura con la firma de sus cuatro ediles y la del concejal popular José Antonio García, entonces teniente de alcalde y responsable de Obras. El movimiento fue interpretado como una traición dentro del PP, que reaccionó abriéndole un expediente de expulsión.

Sin embargo, el martes por la noche —a escasas horas del Pleno— la portavoz socialista anunció en redes sociales la retirada de la moción alegando que el edil díscolo estaba sometido a una presión que había afectado a su salud y a la de sus seres queridos. Fue el principio del desenlace.

A la espera de posibles recursos judiciales por parte del PSOE, Guillermo Becerra y su equipo seguirán al frente del Ayuntamiento, dando por cerrado uno de los capítulos políticos más convulsos que se recuerdan en Benaoján.

 

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