Ronda ha dado el pistoletazo de salida a los actos previos de la Feria y Fiestas de Pedro Romero con el solemne pregón a cargo del arquitecto rondeño Manuel Baena. El pregonero ofreció un discurso lírico y emotivo, cargado de recuerdos personales, referencias literarias y un marcado acento flamenco y taurino, dos de sus grandes pasiones.
Baena ofreció un discurso intenso, con tintes literarios y un tono profundamente personal. Elevó a Ronda a la categoría de mito, evocando a autores universales y subrayando el lazo indestructible que los rondeños mantienen con su tierra. “Ronda es alta y honda, rotunda y profunda, redonda y elevada”, recordó citando a Juan Ramón Jiménez.
El arquitecto recorrió la memoria colectiva de la ciudad, evocando su infancia, rincones desaparecidos y personajes del costumbrismo local. Desde las calles Sevilla y San José hasta las antiguas tabernas y patios de vecinos donde la vida cotidiana se mezclaba con el cante.
Flamenco y tauromaquia, pasiones del pregonero
El pregón tuvo un marcado aire flamenco, con referencias a figuras como Pansequito, Perrate o Curro Malla, y a la importancia de Ronda dentro del triángulo tartésico, origen de muchos palos del flamenco. “Allí donde uno esté, siempre se es de Ronda antes que de cualquier otro lugar”, proclamó arrancando aplausos.
La tauromaquia, otra de sus grandes pasiones, también estuvo muy presente en su intervención. El acto contó además con el acompañamiento musical de su hermano, Rubén Baena, que regaló varios momentos brillantes con sus interpretaciones.
Las Damas y su presidenta, Milagros Naranjo, lucieron por primera vez sus esperados trajes, llegando en carruajes de caballos como si de un auténtico Sábado de Goyesca se tratara.