La Policía Nacional investiga la aparición de fragmentos de chorizo con alfileres en su interior, localizados en distintas zonas verdes de la barriada de la UVA en Ronda. Según denuncian varios vecinos, estos elementos habrían sido colocados deliberadamente por una vecina del barrio, con la aparente intención de causar daño a las mascotas que pasean habitualmente por la zona.
La alarma vecinal se ha extendido después de que propietarios de perros encontraran más de un centenar de estos peligrosos cebos en jardines y áreas comunes, especialmente en las inmediaciones de la calle El Burgo. Las imágenes compartidas en redes sociales, incluyendo fotografías y vídeos, muestran a una persona colocando lo que han calificado como “anzuelos” camuflados en trozos de embutido.
Tras el hallazgo, varios ciudadanos dieron aviso a la Patrulla Verde de la Policía Local, que se desplazó hasta la zona para realizar una primera inspección. Posteriormente, el caso pasó a manos de la Policía Nacional, que ha iniciado una investigación. Las acciones denunciadas podrían constituir un delito en virtud de la actual Ley de Protección Animal, que contempla sanciones muy duras por conductas que pongan en riesgo la vida o integridad de los animales.
Los vecinos, especialmente los dueños de mascotas y familias con niños pequeños, han mostrado su preocupación por el peligro que estos elementos representan. Mientras tanto, se ha pedido a la ciudadanía que extreme la precaución al pasear por la zona y evite que los animales ingieran restos de comida encontrados en la vía pública.
Los afectados han formalizado una denuncia ante la Policía Local. Las sanciones por este tipo de conductas pueden oscilar entre los 500 y los 200.000 euros, de acuerdo con el artículo 76 de la nueva Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales.
Este no es un hecho aislado. En meses anteriores, residentes de la urbanización El Arenal también denunciaron la aparición de cebos similares colocados en espacios frecuentados por mascotas.