Recientemente, la compañía eléctrica ha advertido formalmente al Ayuntamiento de Ronda de que mantiene una deuda superior al medio millón de euros. Una cantidad nada menor que, de no abonarse en breve, podría desencadenar el corte del suministro en varias instalaciones municipales.
Desde la oposición se cuestiona que el Equipo de Gobierno presuma de un supuesto superávit sin base ni fundamento, máxime después de haber recurrido a la venta de patrimonio municipal y de haber elevado diversos precios públicos. La realidad, señalan, es otra, pues lo cierto es que el Ayuntamiento arrastra deudas, afronta dificultades para cubrir ciertos gastos y no consigue mantener una regularidad aceptable en el pago a proveedores.
Una muestra evidente de esta situación son los más de 510.000 euros que el Consistorio adeuda a la compañía suministradora de electricidad. La alcaldesa, Mari Paz Fernández Lobato, tiene constancia directa de esta factura vencida, que ya le ha sido reclamada formalmente junto a la advertencia de su carácter urgente y de su imperioso abono.
En la información remitida al Ayuntamiento —procedimiento habitual en casos de impagos de tal envergadura— se detalla que, si el importe no se satisface en un plazo aproximado de tres meses, la empresa procederá al corte de suministro en distintos servicios municipales. Un escenario que supondría un evidente perjuicio para la ciudadanía y un golpe a la imagen institucional y política del municipio.
Cabe esperar que, tras esta seria advertencia, la regidora haya dado instrucciones para buscar el dinero “debajo de las piedras” y evitar que Ronda se vea abocada a un apagón municipal. Solo así el equipo de Gobierno podrá seguir presumiendo de presupuesto equilibrado y de “superávit”… aunque sea, más que nada, para mantener el relato.



