Ronda sufre recortes en sus servicios públicos. Centros cívicos, bibliotecas y piscina ente otros servicios públicos, están en el punto de mira del equipo de Gobierno. Si a ello le añadimos la falta de acuerdo con Soliarsa sobre la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores y la actualización del convenio colectivo, con un PP que intenta culpabilizar a los trabajadores, el cócktail está servido.
La oposición de Ronda ha denunciado esta semana un aluvión de recortes que, aseguran, están afectando directamente a los servicios públicos de la ciudad. Centros cívicos, bibliotecas, la piscina municipal… nada parece quedar al margen de la motosierra del equipo de Gobierno del PP.
El PSOE de Ronda fue el primero en alertar. Su concejala Pepi Cabrera lamentó que actualmente no haya ni un solo conserje atendiendo los centros cívicos, dejando a vecinos y usuarios sin el mínimo servicio de atención, mantenimiento y seguridad. A esto, añadió que el nuevo convenio laboral que planea el equipo de Gobierno —del Partido Popular— traerá consigo horarios más reducidos y menos personal. «Menos horas, menos derechos, menos servicio para la ciudadanía», resumió con indignación.
Los socialistas reclaman explicaciones inmediatas y exigen soluciones: recuperar el servicio con garantías laborales dignas y mantener los horarios de siempre, para que los rondeños no pierdan espacios fundamentales para la vida comunitaria.
Pero el malestar no se queda solo ahí. La coalición Con Ronda también ha denunciado contundentemente estas amenazas a lo público. Su portavoz, Fran Sancho, denunció que la Biblioteca Comarcal ha permanecido cerrada durante la Semana Santa —incluso en días laborables—, privando a estudiantes y lectores de un servicio esencial en plenas vacaciones.
La piscina cubierta tampoco se salva de los imitadores del estilo Milei. Los recortes han afectado sus horarios, cerrando sus puertas los domingos y limitando el acceso al mediodía. Sancho advierte que, si la situación sigue así, la piscina podría cerrar totalmente en julio, dejando sin alternativa a quienes no puedan hacer uso de las piscinas descubiertas.
Desde Con Ronda atribuyen estos recortes a la deuda de más de seis millones de euros que arrastra el Ayuntamiento. Y critican que, en vez de ahorrar en partidas superfluas como fiestas o gastos innecesarios en protocolo, se esté recortando en servicios públicos de calidad. Además, temen que tras estos recortes se esconda un paso más hacia la privatización de servicios básicos, como —aseguran— ya ha ocurrido con la atención domiciliaria.