La calle Real, en el barrio de Padre Jesús, ha vuelto a convertirse en escenario de obras apenas dos meses después de su inauguración oficial. Lo que fue presentado en abril como una intervención emblemática dentro del plan municipal de “transformación de los barrios” ha tenido que reabrirse debido a defectos en el sistema de saneamiento.
La actuación, que supuso una inversión cercana a los 800.000 euros, fue publicitada a bombo y platillo como una muestra del compromiso del Ayuntamiento con la mejora urbana y la calidad de vida de los vecinos. Sin embargo, la aparición de problemas técnicos ha obligado a retomar los trabajos, generando nuevas molestias entre los residentes afectados, así como un evidente malestar por la gestión del proyecto.
Uno de los casos más llamativos es el de una vecina del inicio de la calle, en el Patio de Santa Ana, que denuncia que los tubos instalados en la reciente reparación han quedado adosados a la fachada de su vivienda, prácticamente bloqueando su entrada. La afectada reclama que se le devuelva el espacio a su estado original y denuncia la falta de previsión en la ejecución de los trabajos.
La situación ha despertado críticas entre los vecinos, que no ocultan su frustración por lo que consideran una chapuza tras una costosa inversión pública.
