“Lamentablemente, tras 46 días seguimos sin respuesta de María Paz Fernández Lobato. Aún esperamos ese interés por reunirse con quienes sufrimos las consecuencias cada día. No pedimos favores. Exigimos soluciones”. Esa era parte de la declaración de la Asociación de Afectados por el corte de la A-397 que entre otras cosas, solicitan ayudas por los gastos extras que les está suponiendo el largo recorrido que deben de hacer para ir y venir a la Costa del Sol con destino a su trabajo.
También piden ayudas los empresarios a través de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Ronda, respaldados en esas peticiones por los empresarios de localidades y comarcas colindantes, incluidas del Campo de Gibraltar. Entre la relación de reivindicaciones se halla la petición de ayudas directas para empresas y autónomos.
Y desde el comienzo del desastre, la Diputación aprobó por unanimidad el apoyo a los trabajadores y empresas por una iniciativa presentada por el Grupo Provincial Socialista. A esta reivindicación se ha ido sumando alcaldes de distintas localidades de la Serranía.
Son muchos los costes que con esta grave situación tienen que soportar los afectados y así lo manifiestan desde el grupo de afectados que están comenzando a organizarse. Ayudas contantes y sonantes y no palabras. Y en ese espacio de colaboración reivindican que sea el Ayuntamiento de Ronda, que presume de tener superávit, que lo dedique a paliar parte del problema económico que la situación ha generado en sus economías particulares, familiares o empresariales. Piden que se les ayude, por ejemplo, en los gastos suplementarios de combustible. Creen que sus impuestos deben dedicarse, en momentos de emergencia como este, a colaborar con los damnificados.
Las redes, cada vez más tensionadas en este asunto, son testigos de la necesidad de que el Ayuntamiento de Ronda se vuelque con los afectados, pero no en forma de ruedas de prensa ni de declaraciones, sino en ayudas prácticas, tangibles y reales.