Han pasado casi 100 días desde que se interrumpió el tráfico en la carretera A-397, que une Ronda con San Pedro de Alcántara, y desde entonces —denuncia el PSOE de Ronda—, la Junta de Andalucía no ha cumplido ninguno de los compromisos adquiridos con los municipios de la Serranía.
El corte de esta vía esencial, motivó hace más de tres meses una reunión con representantes municipales de la comarca, en la que el Gobierno andaluz se comprometió públicamente a adoptar hasta siete medidas de urgencia. Según los socialistas rondeños, ninguna de ellas se ha materializado.
Siete promesas incumplidas
-Agilidad en las obras: lejos de cumplirse los plazos prometidos, las obras acumulan retrasos y no existe aún una fecha oficial para su finalización. “Casi cien días después, la incertidumbre es total”, denuncian los socialistas.
-Ayudas a los damnificados: los comercios, transportistas y autónomos afectados por la interrupción del tráfico no han recibido ningún tipo de compensación ni apoyo económico.
-Inversión de 15 millones de euros: la anunciada inversión para la reparación integral de la A-397 no ha llegado a ejecutarse ni se conocen avances significativos.
-Supresión del peaje de la AP-7: la Junta no ha asumido el coste de bonificar el peaje de la autovía de la Costa, que podría haber sido una alternativa real para los usuarios.
-Comunicación con los alcaldes: los regidores de la comarca siguen sin recibir información directa ni actualizaciones sobre el estado de las obras.
-Apoyo a trabajadores del PTA: la situación de quienes se desplazan diariamente desde la Serranía hasta el Parque Tecnológico de Málaga sigue sin abordarse.
-Mejora del transporte por autobús: aunque se prometieron refuerzos y alternativas, los servicios puestos en marcha han resultado ineficaces y poco utilizados por la población.
Desde el PSOE de Ronda le piden al presidente Juan Manuel Moreno Bonilla que cumpla de una vez con lo prometido “a una comarca que lleva años siendo la gran olvidada”. Recuerdan que el corte de la A-397 está dejando a la Serranía aislada, con un golpe directo a la economía local, al turismo y al día a día de miles de vecinos. “No puede ser que la Junta siga haciendo como si nada pasara, mientras aquí seguimos pagando las consecuencias de su pasividad”, critican.