Siniestro perverso
Las innombrables borrascas, amén de atraernos flamencos rosas, han empantanado el camino al Hogar; pero, ni por esas: me refugio con Miss Molly, Bonifacio y el achacoso don Pijote de la Plancha, hasta para cambiar la partida por una más aguada de la oca, a tirones si te tocan.