El pasado mes de abril reabrió sus puertas en Faraján el histórico bar ‘Tropezón’, un establecimiento ‘de toda la vida’ que está ubicado en la calle Corchuelos, a escasos metros de la Plaza de Andalucía.
Roberto Téllez es el propietario del bar Tropezón – El Rincón de María’, un proyecto con el que este emprendedor cierra un círculo personal y una historia de le transporta a su niñez. Como tantas otras familias de la Andalucía de los años 60, sus padres emigraron del pueblo y se establecieron en Alemania, donde nació Roberto. Cuando el pequeño tenía 6 años regresaron a Faraján, compraron el antiguo bar ‘Tropezón’ y lo regentaron durante una década. “Aquí fue donde me crié, he echado aquí los dientes”, comentó. A los 21 años Roberto se marchó de Faraján y, después de haber dedicado buena parte de su vida profesional a la fotografía, la impresión y la encuadernación, ha decidido regresar a su pueblo tras mucho tiempo buscando calidad de vida y volver a sus raíces.
Roberto Téllez ha subrayado que el emprendimiento en áreas rurales es una herramienta fundamental para luchar contra la despoblación, así como para contribuir a la revitalización social y al dinamismo económico de los pequeños municipios ofreciendo nuevos servicios. Del mismo modo, con la reapertura del bar también se complementa la oferta gastronómica que aportan otros establecimientos del pueblo.
El ‘Tropezón’ incluye en su carta una amplia variedad de tapas, raciones y platos elaborados con productos de la zona de primera calidad, entre los que destacan las carnes de cerdo ibérico. Además, el propietario ha decidido introducir en la carta una selección de hamburguesas ‘gourmet’ con carnes selectas.
Téllez ha explicado que el bar tiene una clientela bastante diversa ya que, mientras los días laborables ésta compuesta mayoritariamente por los propios vecinos y vecinas de Faraján, durante los fines de semana y las jornadas festivas es habitual que atienda a numerosos turistas que llegan al municipio atraídos, en gran parte, por un entorno natural único en el que destacan las Chorreras de Balastar, dos espectaculares saltos de agua de más de 20 metros de altura a los que se llega a través de un sendero que se inicia en el propio pueblo, frente al bar ‘Tropezón’.
En su aún corta andadura al frente del establecimiento, Roberto Téllez se muestra satisfecho con la afluencia de clientes, y ha agradecido a vecinos y visitantes la buena acogida y la confianza que están depositando en su trabajo.
