Gran revuelo en Ronda por la instalación de unas jaulas para la recogida de cartón. Estos artefactos, además de antiestéticos y completamente ajenos a cualquier concepto de mobiliario urbano moderno, no cumplen el objetivo para el que fueron implantados. Su eficacia es nula y, para colmo, ya han provocado incidentes como el incendio registrado en la calle Setenil, que estuvo a punto de alcanzar la primera planta de un edificio. El suceso ha encendido las alarmas entre familias cuyas viviendas se encuentran junto a estos peculiares contenedores.
Pero como si hubieran sido diseñados para ser la “madre de todos los problemas”, la recogida del cartón se realiza manualmente, pieza a pieza, lo que provoca atascos en pleno centro de la ciudad.
Las críticas llueven desde varios frentes sobre el Ayuntamiento y sobre el “autor intelectual” de tan fea como inoperante ocurrencia. El PSOE de Ronda ha recordado que, con el valor patrimonial del casco histórico, estos contenedores atentan contra la fisonomía urbana. Los socialistas denuncian que siempre están repletos, con materiales que sobresalen más de un metro, y censuran que se haya cambiado el modelo de recogida sin consultar a la ciudadanía. Sospechan que quizá se evitó la consulta por miedo a un rechazo masivo, como ahora parece evidente: casi todo el mundo está descontento.
En un primer momento, algunos vecinos pensaron que estas jaulas centenarias, similares a las que antaño se usaban para traer aves exóticas de América a Europa, formaban parte del rodaje de alguna película con Ronda como escenario. Sin embargo, cuando se llenaron hasta el desborde, la realidad salió a la luz: no eran atrezo, sino fruto de una idea concebida en una noche calurosa de este tórrido verano, con la intención —tan buena como inútil— de mejorar la recogida de cartón.