La memoria olvidada
Guardar en la memoria es la chequera de la senectud, por eso entre tantos despropósitos en el medallero olímpico, me atrevo a entrenar las peroratas por escrito, para desarrollar a límites, siempre sospechosos, mis remembranzas. Descubrir que mis neuronas pueden adquirir velocidades de pódium, en mitad de tantos achaques, por el simple hecho de escribir ...