La ciudad, que debería haber vivido un festivo 1 de Mayo, alegre, en familia o con amigo, sin embargo sufrió una jornada amarga marcada por el vandalismo, la tragedia y las consecuencias del abandono urbano. El más grave de todos estos tristes y graves incidentes encadenados, fue el fallecimiento en un incendio en la calle Cruz Verde de un hombre de 56 años. Un incendio con un fallecimiento, numerosos vehículos con las ventanillas reventadas y un muro que se desplomó en una popular calle, dieron la nota triste de esta jornada festiva.
La madrugada empezó con sobresaltos cuando aparecieron hasta 17 vehículos con las ventanillas reventadas, cristales esparcidos por calles como María Cabrera, Setenil o Córdoba, entre ellos, afectando incluso a un microbús de la una empresa rondeña de transporte. Según informó la Policía Local, el interior de los coches había sido removido. Este dato señala a que los motivos de los daños causados fueron intentos de robo más que a un simple acto vandálico, aunque no se descarta esta posibilidad. Fue un vecino quien dio la voz de alarma al ver los primeros daños. Gracias a la rápida intervención de los agentes, el presunto autor fue detenido pocas horas después.
Pero lo peor aún estaba por llegar. A las cinco de la tarde, un incendio se desató en un piso de la calle Cruz Verde. Lamentablemente, el fuego se llevó la vida de un hombre de 56 años con movilidad reducida, lo que provocó que lograse escapar a tiempo. Como consecuencia del incendio se generó una fuerte humareda que obligó a desalojar otras diez viviendas del mismo edificio.
El Consorcio Provincial de Bomberos, junto con Policía Local, Nacional y sanitarios del 061, acudieron al lugar, pero nada se pudo hacer por salvarle la vida. La alcaldesa, Maripaz Fernández, trasladó su pésame a la familia a través de redes sociales aunque no estuvo presente en ninguno de los tres incidentes que se relatan.
Pero el luctuoso día continuó horas después. Ya entrada la noche, un nuevo susto llegaba desde la calle Tomilla cuando un muro se desplomó con estrépito en esta zona modesta de la ciudad. Por fortuna, no hubo heridos, pero los vecinos asustados, denunciaban el abandono de la vía y de la zona quejándose de que la calle ésta totalmente llena de boquetes y suciedad. “Ese muro podría haber causado una desgracia aún mayor”, advertía uno de ellos. El portavoz socialista, Francisco Cañestro, presente en los tres escenarios de este día negro, señaló la dejadez del equipo de gobierno y exigió actuaciones urgentes en las zonas más deterioradas de la ciudad. “En ninguno de los tres incidentes apareció la alcaldesa. Nos llaman y ahí estamos, aunque solo sea para apoyar con una mano en el hombro”, apuntó.
Así se cerró un 1 de Mayo negro en Ronda por un fallecimiento por un incendio, un fuerte golpe de inseguridad y las consecuencias del abandono de las calles.
